Las paralelas si se tocan

Por  Manolo  Lafuente*

Si Borges  juzgaba a Buenos Aires “tan eterna  como el agua y el aire.” pero  Macedonio Fernández aseguraba que “el mundo, es, un sueño solo y el sueño de uno solo, por tanto el sueño de nadie, un sueño sin soñador”, Córdoba, nuestro lugar  en el  mundo  ¿será eterna  o  sueño eterno como  la  revolución?

Con Reforma Universitaria ,  Cordobazo  y  Navarrazo ¿cuál  revolución, que sueño, que  eternidad?.

Con el río que primero se llamó  Suquía  y después Primero,  con  Evita  en  un  Palacio sin  sus grasitas, se  fundó  mediterránea  y así también  se  fundió.  

Esta  Córdoba  nuestra de cada día, está  erizada  de contradicciones  sin  sueño,  sin eternidad,  sin revolución, que no comenzaron ni ayer, ni en el 76, ni en el  Navarrazo, que es dos años  mayor.

Por  entonces nosotros éramos menores en aquella escuelita  nuestra  que  estaba  por  cumplir  dos  años.

Y  dos  primaveras: la  del  73  de  acá   y  la tronchada allende  – nunca más cerca  Allende  –  por el  chacal  de  Pinochet.

Tomamos la escuela,  y como era ex (y es) de  Lenguas,  tomamos la palabra  también.

Y  comenzó  la “Contrainformación”.

Estábamos y éramos, los  que escuchábamos las  radios  y un  par  de  radioaficionados,  los  que  imprimíamos panfletos  que  volanteábamos en las  calles y en  las fábricas , los que escribíamos  las noticias en los  pizarrones y en  las veredas (el inolvidable Paco Bauducco entre ellos), los  que micrófono  y   parlante en ristre  las  leíamos a  los gritos  y  a la calle,  y los de redacción.

Rampas arriba,  la  pomposa “Junta  intertendencias” .

Intuí que allí tan  alto y tan  a  puertas cerradas, se  debía  estar en las  antípodas de Chile, y decidí redactar una  noticia absolutamente  increíble  y enviárselas  a  sus  integrantes para  el  “visado” ” previo  a  la  publicación..

Lugares  comunes, sangre  y amarillismo: “Fuentes generalmente bien informadas, aseguran que Jesusa Fernández, ciudadana chilena, habría  podido  por fin  transponer  la cordillera de  los Andes no sin antes haber sido reiteradamente violada  por los sicarios del  chacal…….”.  Gancho  y  chasqui a  la Junta  esperando sacarlos  de  sus  elucubraciones superestructurales  y  que  alguien  bajara  a  reprocharme mi  falta de seriedad ante tan terribles acontecimientos. Pero el locutor a la calle vociferó: “Fuentes generalmente bien  informadas, aseguran  que….”  Corrí hacia  el  compañero,  le arranqué  el papel   que  yo mismo había garrapateado, trepé  hasta  la torre  de  marfil,  y  les arrojé  la  “noticia” a la cara como  toda  renuncia.

Por  cierto que  aquel pequeño incidente, no  opacó  en  lo más mínimo la importancia que  tuvo para  nosotros aquella lejanísima contrainformación del ´73.

Pero  si  consigue  que  las paralelas se  toquen  en el presente.

Que  la  dirigencia esté “ocupada” en otros  menesteres,  no  quiere  decir  que  nuestra obligamisión  periodística y popular, no sea, no  siga siendo,  la  de oponernos a  la  información que desde entonces hasta ahora  se  ha  multiplicado y concentrado hasta  la asfixia, y que desinforma por exceso  o  por defecto.

Sin extrapolaciones  forzadas y ahistóricas, la contrainformación  es  por  estos  días,  tanto  o  más  necesaria que  entonces.

Lo  que antes eran golpes de estado contra el  gobierno,  luego  fueron golpes  de  mercado contra  la  gente,   y ahora son medidas  de gobierno contra el  pueblo.  

Y la “Contrainformación” ¿donde  está?


*Manolo Lafuente nació  en San Telmo, vive en Cabana.  Mientras tanto, escribe  y habla  en  prensa, radio  y TV :  Radio  Universidad,  Nuestra  Radio  102.3, Canal 10, Cba24n  portal  de  noticias,  Página  12  Córdoba,  La  Voz  del  Interior, Diario  Córdoba,  Tiempo  de  Córdoba,  Los Principios, Revistas Hortensia, Humor,  Umbrales, Conclave  Político,  Ñu  Porá.  NO egresado  de  la  ECI, abandónico pero  enamorado  perenne  de ella.